Observador del Mundo

GonzalezRojo

El siempre anda bien vestido, a donde vaya, a donde camine, a donde llegue, siempre huele a esa fragancia que un amigo le trajo de nueva york, mide uno noventa, de bigote y barba de candado, siempre usa esas camisas de marca italiana, ese pantalon que le costo muchos dolares, nunca se abrocha la camisa hasta arriba, le gusta traer el pecho descubierto, cualquiera diria que es un tipo normal, y lo es, esa tarde se aventaria un trabajo como los de siempre, tenia todo listo, la nueve que tanto le gustaba, la limpiaba a detalle, siempre quedaba reluciente ese fierro, nunca dejaba detrás el mas minimo detalle, con voz recia dice, ¡Quiero esa camioneta aquí a las seis!, todos lo temen, saben que no se anda por las ramas, lo desobedeces y te mueres, esa es la ley, todo tranquilo, escucha una rolita de chalino, va manejando por la obregon, una de las principales calles de Culiacan y cuando pasa por enfrente de la catedral, se persigna, le da el beso a la cruz con mucho fervor, cuadras mas adelante, pone tiro arriba a la nueve, se baja de la camioneta, esta apunto de dispararle a su victima que esta comiendo sushi en un restaurant, pero unos niños lo hacen dudar, entra al local, ¡Parate cabron!, aquel hombre no opone resistencia, por su esposa, por sus hijos, Okey, okey wey, pero a ellos no les hagas nada, lo subio a la camioneta, y se lo llevo lejos, Ni modo pendejo por ojete ya valiste madre, y le miro a los ojos, y esa mirada lo atrapo, lo sedujo, lo conquisto, esa mirada exquisita de aquel hombre macho, que no le tenia miedo a la muerte lo volvio loco, y todo el camino se quedo serio, a pesar de que solia joderlos con chingadera y media y torturarlos psicologicamente, llegaron a aquel cuartito al sur de la ciudad, Vayanse, Les ordeno a sus achichincles, la respiracion se hizo mas rapida, mas profunda, estaba sediento de caricias, de besos, pero no de mujer, siempre vivia detrás de una homosexualidad oculta porque nadie debia saber, que el maton, el chingon, el mas temido de los sicarios le gustaban los hombres, Mira papacito no me gustan los rodeos, te perdono la vida, pero hazme tuyo, besame, porfavor, acariciame, Chinga tu madre pinche puto, me das asco, primero muerto que hacer eso, y se acerco y quiso seducirlo, la victima atado de pies y manos poco podia hacer para rehusarse a las caricias de aquel hombre, pero se mantuvo firme y le solto un escupitajo en la cara, Dejame en paz pinche joto, matame de una vez pinche asqueroso, se alejo y un momento de rabia se apodero de el, Pues tu te lo pierdes pendejo, Y agarro la nueve y lo baño de plomo, se quedo sin fuerzas y se sento en una silla, con la vista al suelo empezo a gritar, ¡Diosito ya no quiero ser joto diosito!, ¡ya no quiero ser joto!, gritaba entre el llanto, que le salia del alma, ¡ya no quiero!, Y el llanto era cada vez mas fuerte, ¿Por qué me haces esto?, yo solo queria un poquito de amor, Dicen los que estuvieron ahí que hoy, esta casado, que maneja con su esposa varias butics en Mexico y Guadalajara, que tiene dos hijas, pero eso no me lo crean, eso a mi me lo contaron.

GonzalezRojo©

2 Responses
  1. zeta Says:

    muy bueno!!!


  2. Oishi Says:

    Original historia...no se si bueno o malo, no doy para eso. Pero bien, me gusta, tomas una visión nueva de una importante subcultura.
    Bye bye